El levante enemigo de veranetes y taurino ha aterrizado en el puerto de Santamaría. Por si aún ayer lo echó de menos, hoy nos ha visitado el molesto viento que no ha impedido que la terna deje una tarde de triunfo, valentía y compromiso ante una encalada novillada de Cuvillo.
Salía suelto el primero de Cuvillo, de nombre laborioso, haciendo honor a ello hasta que lo enceló Manuel Román en el capote, parándolo con suavidad y tirando de capa a la verónica. Quitó sensacionalmente por chicuelinas después de un excesivo puyazo que hizo que se viniera a menos un novillo con clase, pero con poca fuerza.
El viento no perdonó un solo instante de la tarde. Manuel Román brindó al público su primera faena, que no fue a más hasta que cambió a la mano zurda, por donde, acoplándose al toro, dejó el cordobés buenas series al natural con temple y profundidad, haciendo que sonara la música en una faena donde también destacaron los pases de pecho. Dejó una estocada de colocación delantera, pero que fue suficiente para que el presidente le concediera la oreja.
Gonzalo Capdevila: Con "Aguaclara" debutaría el portuense en su coso como novillero con picadores: se fue a chiqueros como muestra de disposición ante el fuerte viento, dejó una larga cambiada en los medios y un recibo variado, rematando con una revolera mirando a los tendidos. Brindó al público y comenzó de rodillas, próximo a la segunda raya, con pases cambiados por la espalda donde el toro se quedaba corto, poniendo al joven en apuros. El novillo no le puso las cosas fáciles, derrotando al finalizar el muletazo y enganchando la muleta en varias ocasiones; un novillo que, como sus hermanos, no destacó por su fuerza. Ligó una tanda toreándolo suave por el pitón derecho antes de finalizar la faena por circulares invertidos. Una estocada entera y en todo lo alto le sirvió como aval para cortarle la oreja al novillo.
Después de la heroica tarde de destanado, venía Marco Pérez a reafirmar su puesto en la cabeza del escalafón novilleril: inicio variado de capa, sacando al toro hacia los medios y quitando por chicuelinas muy ajustadas. Brindó el toro al maestro Emilio Muñoz e inició por bajo la faena, donde el novillo perdió las manos. Lo templó y se ajustó a él en el toreo en redondo por el pitón izquierdo. Menos opciones le dio el toro a Marco con la zurda. Cuando el toro ya cantaba la gallina, se puso Marco en sus terrenos, dejando circulares cuando ya el viento arreciaba fuerte. Tirando las ayudas, dejó unos cambios de mano por la espalda, haciendo gala al maestro Daniel Luque, con quien comparte apoderado y que lo veía desde el callejón. Faena grande del salmantino que culminó con media estocada, suficiente para que cayera el animal y cortarle la oreja con una fuerte petición de la segunda.
Con una oreja por coleta arrancaba la segunda mitad del festejo; turno de Manuel Román ante "Dudosito", un toro que no lució en los inicios de la lidia. Brindó a D. Santiago Domecq y dejó grandes tandas por el pitón derecho. Cuando la faena parecía que iba a romper, se levantó una fuerte racha de viento que trastocó los esquemas del cordobés, que no cejó en su empeño de triunfo y que tiró de valor y técnica ante una muleta que se zarandeaba como una rama ante el imponente viento. Cayó en mala posición la estocada y tuvo que descabellar Román; aun así, se le concedió la oreja.
A chiqueros volvía Capdevila a por el quinto de la tarde, dejando tras la larga de recibo varias más en los medios que revolucionaron el coso portuense. Flexionado comenzó la faena y continuó toreando en redondo, acoplándose al buen novillo y haciendo sonar la música. Por el pitón izquierdo, el viento no permitió lucirse a Capdevila, que desplazó al toro a terrenos del tendido 4, donde apaciguaba el viento, intentando ligar las tandas en redondo. Tiró de valor y entrega ante el vendaval y cerró la faena por manoletinas. Una excepcional estocada y dos orejas concedidas.
El viento fue a más y Marco no iba a ser menos; no pudo lucirse con el capote y tampoco ligar tandas con la muleta, pero hizo gala el salmantino de esa expresión de "montarse encima del toro", pegado a tablas, refugiado del aire, dejando una gran faena de poder, valor y valentía, con pasajes muy toreros que no pudo ligar. Llegaron al público los pases cambiados por la espalda, preludio de una final de faena explosiva donde Marco pisó terrenos movedizos de figura, llegando y calando en los tendidos. Dejó una estocada entera y certera, y se le concedió una oreja ante la abundante petición del público de la segunda.
La terna salió en hombros.
Real Plaza de Toros puerto Santa maría, Cádiz, Segunda de Abono, un cuarto de Plaza No illos de Nuñez del Cuvillo de buena presentación y enclsadaso; ovaciondos todos en el arrastre .
Manuel Román: Oreja y Oreja
Gonzalo Capdevila: Oreja. y dos orejas
Marco Pérez: Oreja con petición de segunda en ambos.
Incidencias: El fuerte viento de levante deslució el festejo