Abría la feria de La Línea una novillada con dos de los novilleros del momento en el cartel: Zulueta y Román. Ambos demostraron sus virtudes ante un lote que, si no brilló por su fuerza, sí lo hizo por la clase. Cristian González, que no fue convidado de piedra, dejó muestras de su toreo largo y de poder, pero no anduvo certero al entrar a matar.
Salía el primero de la tarde, de nombre Encimbrado, corriendo en suerte a Manuel Román, que lo paró bien con el capote. El toro salió suelto del caballo y recibió un segundo puyazo en el caballo que guardaba puerta, abriendo los caminos a Zulueta para que firmara un bonito quite por chicuelinas al que respondió Román por el mismo palo. Con la muleta, comenzó sacándose al toro a los medios. Lo toreó con clase y muy bien encajado en redondo, llegando a los tendidos y haciendo sonar la música. Más complicado le fue a Román torearlo por el pitón izquierdo. Volvió con la derecha para cerrar un final de faena entre los pitones del toro. El intento fallido de matar le privó de las orejas a pesar de que hubo una fuerte petición de oreja.
El Cuarto, Almancero, lo paró a pies juntos toreando a la verónica. El toro mostró cualidades en la muleta, pero mientras lo trataba de llevar Román en redondo, lo prendió con fuerza y lo hizo caer al suelo, dejándole al novillero un gran golpe. Entró en la enfermería y salió entre los aplausos de los tendidos. Dejó tandas finales más de valor y raza que de torería, aunque de esto va sobrado este joven, y lo mató de una estocada, cortándole las dos orejas.
Javier Zulueta ya avisó de lo que se venía en ese quite por chicuelinas al primero y paró con exquisitez al segundo de la tarde, dejando también un quite por delantales. Torero de inspiración sevillana, dejó un inicio de faena por abajo, conduciendo al toro a los medios y rematando los muletazos con la cintura excepcional. El toreo en redondo fue parando los relojes, despacio y compuesto el sevillano que también dejó detalles de calidad al natural por donde el toro se lo permitió menos. No anduvo afortunado con el acero y quedó la gran faena en una ovación.
El quinto llevaba el nombre de Currante; lo paró Javier a la verónica y fue un toro difícil para la lidia, pero que iría a más en el último tercio. Doblonazos por bajo y con rodilla en tierra; comenzó así Zulueta su faena. Lo toreó muy templado, dejando unas tandas que comenzó con un pase afarolado, ligándolo en redondo y llevándose al toro muy largo. Por la izquierda, el jabonero salía más distraído, pero no cejó Zulueta en su empeño de dejar naturales exquisitos. Volvió a la mano derecha para cerrar una faena cumbre ante un Currante que había hecho currar a Zulueta para meterlo en la canasta, pero lo consiguió el sevillano: dejó una estocada entera y dos orejas concedidas.
Cerraba el cartel Cristian González. El salmantino dejó muestras de buen toreo y de saber qué hacer con los astados. Con la derecha, tuvo mando y dominio sobre sus dos astados, en concreto con el tercero, que fue el mejor de la tarde. Destacaron por ahí sus faenas que fueron ambas erradas por la espada. En el tercero, tuvo que entrar varias veces a matar y en el sexto, tras una estocada entera no efectiva para dar muerte al animal, tuvo que probar numerosas veces con el verduguillo.
Plaza de toros de La Línea de la Concepción Novillada con Picadores, Primera de la Feria a , un tercio de entrada , Novillos de Núñez de Tarifa de justa presentación y juego variado
Manuel Román Ovación tras petición y Dos Orejas
Javier Zulueta : Ovación con saludo y Dos orejas
Cristian González : Palmas y Silencio.