Pasadas las ocho arrancaba el paseíllo en Estepona; Castella, Roca Rey y, antecediéndole en el orden, un Juan Ortega que sustituía a Morante, lo que viene siendo habitual, y es que el de Triana es lo que más se puede acercar al genio de La Puebla. Toreo clásico, puro, despacio y con verdad.
Lo cierto es que no abría la tarde Morante, sino Castella, que quitó por chicuelinas muy ajustadas. No brindó y comenzó la faena en el tercio tras el inicio, precedido de buenos muletazos templados, haciendo que la música sonara. Con la izquierda anduvo Castella templado y buscando la profundidad en los muletazos, pero sin llegar a un acople absoluto con el toro. Cerró la faena volviendo sobre la mano derecha con un final que fue a más. Un toro que se fue creciendo junto a un gran Castella según avanzaba la faena. Dejó unas manoletinas ligadas con un largo natural; tras ello dejó media estocada profunda y varios intentos con el verduguillo.
Salió con fuerza el cuarto de la tarde, que apretó en el caballo que montaba Agustín Romero, quien aguantó dejando un buen puyazo. Brindó al público el francés; mientras el toro había levantado las tablas y desarmado el burladero. Lo templó bien por ambos pitones, haciendo sonar "Habaneras" tras una buena tanda por el pitón derecho. Anduvo muy firme Castella, que cerró la faena en la cara del toro, dando unos circulares invertidos con las zapatillas asentadas y pegándose un buen arrimón, poniendo en pie la plaza. No acertó al primer intento de entrar a matar y dejó una gran estocada a la segunda, valiéndole para cortar las dos orejas y salir a hombros junto a un Roca Rey que había cortado un rabo al 4º de la tarde.
Entre tanto arrimón, circular y mano baja, Juan Ortega, el sustituto, dejó ante el segundo de la tarde momentos de gusto y exquisitez con el capote. La faena de muleta tras un inicio flechado fue pausada. Toreó por ambos pitones con despaciosidad, pero no pudo acoplar su toreo a las embestidas del astado. Dejó bonitos remates y detalles y una estocada en todo lo alto para cortarle una oreja. Volvió a mecer los vuelos de su capote el sevillano ante el quinto, toro desigual en sus embestidas y con el que tampoco se pudo acoplar Juan. Dejó buenos momentos y anduvo resuelto con un astado que se le fue complicando, pero con el que no faltó su derroche de torería en finales, remates y un final por macheteo, andando delante de la cara del toro, marca sevillana y torera. El público conectó con Juan ante una faena que no rompió, pero anduvo descarado con la espada, dejando al tercer intento una gran estocada.
No solo Ortega dejó buen toreo de capa, Andrés Roca Rey mostró su progresión en el tercio inicial de la lidia, cuajó a sus toros a la verónica. El primero lo quitó por chicuelinas y tafalleras, toreando el toro los muslos del peruano, vio virtudes en el animal y se fue decidido a los medios, brindándolo al público. Se marcó al tercio para torearlo de rodillas, cambiándose al toro por la espalda y enloqueciendo al público, que se puso en pie. Ya en pie, Andrés lo toreó con mando y temple en redondo al toro, transmitiendo a los tendidos una faena que iba a más. Con la izquierda anduvo resuelto, pero sin llegar a romper. Volvió así a la mano derecha para cerrar la faena en los terrenos del toro, los terrenos donde se hacen las figuras. Entre pitones culminó la faena con circulares y adornos, poniendo el coso en pie. Dejó una estocada entera y cortó las dos orejas y el rabo.
Esaborío cerraría la tarde de toros en Estepona. A pies juntos y abriéndose hacia los medios lo toreó Roca Rey, que llevó con mucha clase el toro al caballo. Quitó por faroles y saltilleras. En el tercio y por alto comenzó la faena, llevándolo al toro hacia los medios para torearlo en redondo, faena similar a la anterior ante un buen toro que aguantó en la exigente muleta de Roca Rey. No consiguió acoplarse al natural y cerró la faena por el pitón derecho, por donde vinieron los mejores momentos de la faena. El toro buscaba ya tablas y tandas, supo torearlo hacia los adentros. Remató con unas manoletinas, cambiándose al toro por la espalda y poniendo en pie al público. Dejó estocada entera y en todo lo alto y se le concedieron dos orejas con petición de rabo.
Tarde de triunfo en Estepona. Así es que Andrés vuelve a Pamplona, una de las plazas talismán del peruano y donde es el Rey. Triunfó junto a Castella y dejó lo más torero Juan Ortega con una oreja.
Plaza de toros de Estepona ,Corrida de Feria , tres cuartos de entrafa , Toros de Hnos-García- Jiménez. de justa presentación y buen juego destaando el cuarto.
Sebastián Castella: Palmas tras aviso y Dos Orejas
Juan Ortega : Oreja y Ovación con saludo.
Roca Rey : dos orejas y rabo y dos orejas con petición de rabo